lunes, 10 de mayo de 2010

Agencia Espacial Mexicana (3) y el riesgo de que fracase

Rodolfo Neri Vela
acuario1952@prodigy.net.mx

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/48283.html

En mi entrega anterior felicité al Poder Legislativo por haber aprobado, al fin, la ley que crea a la Agencia Espacial Mexicana. También indiqué que habría que enfrentar obstáculos y trabajar mucho para que, en verdad, dicha Agencia ayude al desarrollo científico y tecnológico de México. Durante años, muchos distinguidos profesionistas, científicos y yo hemos impulsado y promovido la creación de la misma -en mi caso, desde hace 25 años-, pero últimamente ciertos medios sólo le han dado el mérito a un pequeño grupo del estado de Hidalgo. Estoy seguro que muchos miembros de las Academias de Ingeniería, Ciencias y Medicina, así como de diversos institutos y centros de investigación de la UNAM, IPN, el propio Conacyt, etc., reconocemos que la labor de promoción del grupo hidalguense ha sido significativa durante el pasado lustro, especialmente a través de sus legisladores, pero en ningún momento ha sido el único promotor y no es correcto que se nombre en automático como futuro dirigente de la Agencia Espacial Mexicana (AEM).

Nadie tiene todavía la autoridad legal para afirmar dónde estarán los centros de investigación, cuál será el programa de trabajo, etc. Me asombra ver que funcionarios de algunos estados del país consideran o han visto a este grupo como su único y confiable interlocutor; se han dejado llevar por la ilusión y el derroche mediático de su página electrónica. Debo admitir que desde hace años supieron armar muy bien su estrategia de mercadotecnia, pero ignoraron lo más esencial para conseguir el éxito: el respaldo de la comunidad científica y los ingenieros más distinguidos de México. Sin duda, cuando la operación de la AEM esté en marcha y bien estructurada, sería razonable y justo que, además de otras posibles entidades, el ilustre estado de Hidalgo tuviese una participación digna e interesante. Pero eso lo decidirá el tiempo, la ley y el Poder Ejecutivo federal, y no un grupo de jóvenes emprendedores, por más entusiastas que sean.

La ley apenas fue aprobada y aún falta esperar que sea publicada en el Diario Oficial. Si ustedes leen la Gaceta Parlamentaria del 20 de abril de 2010 (páginas 4 a la 10), verán que a partir de la fecha en que sea publicada, deberá integrarse la Junta de Gobierno a más tardar en 45 días naturales, después se organizarán los foros de consulta con la comunidad científica y demás interesados en un periodo máximo de 180 días, y –como dice el vulgo con sus usos y costumbres– más aún despuecito se hará la convocatoria para designar al director general.

El acrónimo o siglas AEXA es un término que inventó el pequeño grupo hidalguense y que se manejó hace años durante las múltiples revisiones y correcciones que se le hicieron a la iniciativa de ley, a través de muchas reuniones y sesiones con los diputados y senadores, con la asistencia tanto de los hidalguenses como de las comunidades científica y de ingeniería del DF. El sector promotor de Hidalgo creó por su propia decisión su página electrónica con ese nombre, pero ese sitio amateur en Internet no está respaldado ni reconocido -hasta donde sé- ni por la SCT, ni por Relaciones Exteriores, ni por el Conacyt, ni por las Academias, etc. Ese término tampoco existe ya en la versión final de la ley; fue eliminado hace más de un año y medio por los senadores, y así es como fue aprobada recientemente por los diputados. Sincera y cordialmente, invito a los medios a que lean la Gaceta Parlamentaria para que se corrijan estas confusiones y haya más veracidad en la información hacia el público. La decisión final sobre el logo y las siglas -aunque parezca trivial- también será de los protagonistas oficiales y legales. Si algunos medios siguen insistiendo con el acrónimo AEXA y dándole sólo el crédito de la Agencia al pequeño grupo promotor de Hidalgo, abrirán una Caja de Pandora.

El próximo director general de la Agencia Espacial Mexicana debe ser una persona con seriedad, credibilidad, madurez emocional, respaldada por un currículum extenso, comprobable y verificable. De preferencia, debe tener un doctorado o alguna especialidad y haber trabajado en/y publicado trabajos de investigación en revistas arbitradas de los Estados Unidos y Europa, más haber desarrollado las demás aptitudes necesarias para asumir ese cargo de responsabilidad nacional. Asimismo, él y sus principales colaboradores del organigrama deben ser reconocidos y respetados por las comunidades de ingenieros y científicos, tanto de México como del mundo. No basta desear hacer maquila para generar unos cuantos empleos poco remunerados, inventar que los Estados Unidos nos van a dar o regalar tecnología porque nos quieren mucho, o porque el gringo compadre es astronauta y le da favoritismo a un pequeño grupo desde el interior de la NASA.

La SCT y el propio Presidente de la República tienen que ser muy cautelosos y cuidadosos sobre este asunto estratégico y de seguridad nacional. No pueden dejarse llevar por espejismos. Deben escuchar todas las voces, especialmente a las comunidades de ingenieros y científicos. La Agencia Espacial Mexicana (por lo pronto AEM) no debe convertirse en un juguete; primero tenemos que fortalecer la educación, la ciencia y la investigación mexicanas, para realmente iniciar nuestra independencia tecnológica, y no conformarnos desde un principio con fabricar pedacitos de tela dizque para trajes presurizados, o lanzando a unos cuantos millonarios en viajes turísticos al espacio desde áreas protegidas en la costa de Quintana Roo, y tal vez sin haber consultado antes a la Marina, a la Defensa Nacional, a las poblaciones vecinas o a los ecologistas.

Queridos lectores: La próxima vez, mientras se despeja un poco el panorama, mejor nos vamos a ir de nueva cuenta al espacio, lo más lejos que se pueda. Un abrazo a todos.

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/48283.html

2 comentarios:

  1. A que Rodolfo Neri Vela... vela..ndo por sus INTERESES. Más que evidente que quiere su tajada del pastel en que se convertirá este espantajo al que se les ocurrió darle luz verde los no muy brillantes disque representantes populares de México. Toda la pseudo-argumentación que fluyó para darle nacimiento a este otro hoyo negro en el presupuesto federal (y con ello atomizar el ya continuamente recortado presupuesto supuestamente orientado a ciencia y tecnología en México) no es mas que patrañas. No será mas que otra oficina federal más dedicada a acomodar a "los cuates" y hacer anuncios estridentes acerca del descubrimiento del agua tibia o del invento del hilo negro. Si lo sabremos quienes nos dedicamos realmente a tratar de hacer algo de desarrollo científico (tecnológico... uufff) en México. Parte del "encanto" de crear una Agencia Es-facial Mexicana era el que sintiéramos que ya podíamos "homologarnos" con las potencias mundiales (y todas esas patrañas mediáticas acerca de que "¿si aquellos pequeños e insignificantes paises tienen una, nosotros porqué no?" no demuestran mas que una palmaria ignorancia, un estúpido orgullo mal entendido y una mentalidad pequeña, pequeña... muy pequeña). En fin... no podía faltar al "muy sabia y "autorizada" opinión de "nuestro astronauta azteca".

    Lo único rescatable en el texto de Rodolfo es el siguiente pasaje:

    "...primero tenemos que fortalecer la educación, la ciencia y la investigación mexicanas, para realmente iniciar nuestra independencia tecnológica, y no conformarnos desde un principio con fabricar pedacitos de tela dizque para trajes presurizados, o lanzando a unos cuantos millonarios en viajes turísticos al espacio desde áreas protegidas en la costa de Quintana Roo, y tal vez sin haber consultado antes a la Marina, a la Defensa Nacional, a las poblaciones vecinas o a los ecologistas."

    Entonces... ¿para qué tanta alharaca en querer tener una Agencia Es-facial Mexicana, si lo anterior es todavía una asignatura pendiente y para eso se supone que tenemos ya una SEP y un CONACyT? ¿Aceptación tácita de que ni uno, ni otro, están cumpliendo con sus funciones? Entonces resulta que Rodolfo es simplemente otro más que quiere su "participación en el pastel". Típico de los "eminentes 'políticos' mexicanos" y/o suspirantes a esos puestos (o a tener un "hueso" en el presupuesto federal).

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  2. yo también lo pensé al principio, pero tengo la esperanza de que se concrete un proyecto de calidad internacional, tal vez soy muy optimista, no lo se, sólo digo que esta vez puede ser nuestra vez.

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