lunes, 7 de diciembre de 2009

Texto literario. Tema: energía eléctrica.

Autor: @DVNOFASHION
Dedicado a la extinta Luz y fuerza Centro

Un homenaje a la célebre novela grafica ganadora del premio hugo por mejor novela. THE WATCHMEN.

Diario de Rorschach, 12 de octubre de 1985:

Un perro electrocutado en la calle esta mañana; las marcas de los cables en su estómago destrozado. Esta ciudad me teme. He visto su verdadero rostro. Las calles son como cables y los cables transportan electrones… y cuando los cables se saturen, todos los gusanos se electrocutarán. Toda la inmundicia de su ser y su violencia sacará chispas a su alrededor, y todos los políticos y las prostitutas mirarán arriba y gritarán: “sálvanos…” y yo miraré abajo y diré “NO”.



Tuvieron su oportunidad, todos ellos, pudieron seguir las huellas de buenos hombres como mi padre o el presidente Lázaro Cárdenas, hombres decentes que creían en el pago de la luz por el consumo de energía eléctrica. Pero no, siguiendo los pasos de libertinos y comunistas, colocaron diablitos y robaron electricidad, sin darse cuenta de que el camino llevaba a un precipicio hasta que fue demasiado tarde.

No me digas que no tuvieron su oportunidad. Ahora el mundo entero está al borde del infierno. Todos esos liberales, intelectuales, divulgadores y charlatanes. Y, de repente, nadie puede pensar en algo que decir o hacer.

Diario de Rorschach, 13 de octubre de 1985:

Dormí todo el día, desperté a las 4:37 p.m. La dueña del edificio quejándose del olor. Tiene cinco hijos de cinco padres distintos; seguro estafa al D.I.F. Pronto oscurecerá.
Esta asquerosa ciudad chilla como un matadero. El Distrito Federal iluminado por los faros de los automóviles de los que regresan de trabajar. Algunas lámparas de pilas se encienden en los hogares con mayores recursos. Los ciudadanos nunca hicieron caso de las advertencias y ahora vivimos en un apagón perpetuo y casi total.

El viernes por la noche, un apagón ocurrió y la ciudad comenzó a morir. Alguien sabe por qué. Ahí abajo, alguien lo sabe. El crepúsculo ahuma fornicación y malas conciencias. Creo que haré mi ejercicio de vigilante e investigador.




Diario de Rorschach, 13 de octubre de 1985, 8:00 p.m.

Solo dos nombres quedan en mi lista. Ambos trabajan en el Centro de Investigaciones Eléctricas. Los veré, iré y le contaré al hombre más poderoso en este campo que alguien trata de sabotearlo.
Recuerdo muy bien esa conversación.
—¡La ciudad muere sin electricidad!
—Sí, fui informado el sábado, la policía sospecha de un ataque terrorista.
—Veo que no estás apenado.
—El consumo excesivo de energía estaba matando a este mundo. Ahora que no hay tal consumo, el mundo tiene una oportunidad: una vez que los seres que contaminan mueran, el planeta se regenerará.
—¿No te importa la muerte de los inocentes?
—Un cuerpo vivo y uno muerto contienen el mismo número de partículas. Estructuralmente no hay diferencia. Vida y muerte son abstracciones ¿Por qué debería preocuparme?

Diario de Rorschach, 13 de octubre de 1985, 11:30 p.m.

El viernes por la noche ocurrió un apagón en el D.F. Alguien saboteó el sistema eléctrico, lo sobrecargaron con el alto consumo irracional y se quemaron los sistemas. A nadie le importa. A nadie, excepto a mí.
¿Tienen razón? ¿Es inútil? Pronto habrá guerra. Millones arderán, millones perecerán en la miseria. ¿Por qué importa un apagón contra tantas muertes? Porque hay bien y mal. El mal debe ser castigado. Incluso al borde del Armageddon, no dudaré de esto. Pero hay tantos que merecen retribución y tan poco tiempo…


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